L a frase que más escucharon mis oídos, luego de publicar y denunciar la condición de pedófilo y violador de niños del alcalde de Chosica, Luis Fernando Bueno Quino, fue: “Cuídese, señor Vento”. La frase era seguida de una alusión directa al temperamento temible y vengativo del alcalde. “Tome sus precauciones, señor Vento”. “No camine solo”. “Lo que usted ha denunciado, es muy grave”. Caminar por las calles de Chosica en días posteriores a la denuncia era descubrir rostros de sorpresa, de alegría y también de temor. “¿No está escondido?”. A nuestra negativa, otra frase que se repitió a nuestro paso fue: “Vento, tú sí que eres valiente”. Pero la frase que más nos tranquilizó en estos días fue, “todo lo que usted dice es verdad”. Que mejor homenaje y aliciente puede recibir un periodista, que decenas de hombres y mujeres con sus rostros anónimos, palmoteen, abracen, estrechen las manos y susurren al oído que todo lo denunciado es verdad. Unos, más que otros, se atreven a contar: “hay dir